En aquel 2003, en la última temporada de Jordan, reinaban Tim Duncan (MVP) y sus Spurs, que se imponían en las Finales a los New Jersey Nets (hoy esta franquicia juega en Brooklyn) en una de las finales menos vistas de la historia. Un palmarés que comenzó a labrarse en 2003, el mismo año en el que Michael Jordan dijo su adiós definitivo al mundo del baloncesto, Micamisetanba dejando al mundo huérfano de un monarca en la NBA.